VIDA DE DON ORIONE (IV)

 21.- El 29 de agosto de 1918, en la iglesia del barrio de san Bernardino, en Tortona, pidiendo a la Virgen que terminase la guerra, don Orione hizo voto junto con el pueblo de construir un santuario a la Virgen de la Guardia.

22.- El 4 de agosto de 1921, don Orione partió rumbo a Brasil junto con otros dos sacerdotes. Sería su primer viaje misionero a América Latina. En 1913 ya había enviado a Brasil a los primeros misioneros. El 20 de agosto desembarcó en Río de Janeiro. Al mismo tiempo que se dedicaba a la expansión de la Obra, ejerció su ministerio sacerdotal. Estando en Brasil fue invitado por el arzobispo de la Plata Mons. Silvani a ir a Argentina. Viajó a Uruguay y en noviembre llegó por primera vez a Argentina donde le ofrecieron entre otras obras, la atención de la iglesia de Victoria, donde se encontró con la imagen de la Virgen de la Guardia, que fue la señal para aceptar esta nueva misión. El 2 de febrero de 1922 llegaron de Italia nuevos misioneros lo que posibilitó la apertura de nuevas obras. En junio de 1922 don Orione regresó a Italia.

23.- Para estimular al pueblo y obtener ayuda para la obra de la construcción del santuario de la Virgen de la Guardia, don Orione pensó en situar sobre el mismo una grandiosa y brillante estatua de la Virgen y, para ello, llevó a cabo una gran campaña popular pidiendo ollas viejas y rotas, vasijas, cacerolas, objetos de cobre… que ya no se usaran. Fue recogiéndolas por todos los pueblos y se le comenzó a llamar el “cura de las ollas rotas”.

24.- El voto que don Orione hizo con el pueblo de construir un santuario se cumplió el 29 de agosto de 1931, día en que el Obispo Grassi inauguró el santuario de la Virgen de la Guardia en Tortona. Fueron en procesión los clérigos y sacerdotes de don Orione que habían trabajado en la edificación durante tres años, llevando las carretillas y las herramientas de trabajo.

25.- El 24 de septiembre de 1934 don Orione salió para su segundo viaje a América Latina. Fue con motivo del Congreso Eucarístico Internacional de Buenos Aires. En el mismo barco se encontraba el Cardenal Pacelli, legado pontificio y futuro Papa Pío XII. El 9 de octubre desembarcó en Buenos Aires. Tras asistir al Congreso comenzó una intensa actividad. Viajó a Brasil, Uruguay y Chile donde llevó a cabo obras y dejó la semilla para otras que se consolidarían después. En Argentina la congregación tuvo una gran expansión. Abrió numerosas casas, escuelas, institutos… pero su obra fundamental fue el Pequeño Cottolengo de Claypole (Buenos Aires) fundado en 1935. Visitó el interior de las provincias de Chaco y Corrientes (en el noreste de Argentina) y en Itatí perteneciente a esta última provincia, le entregaron el santuario del mismo nombre. El 24 de agosto de 1937 regresó a Italia.